viernes, 20 de junio de 2014

EL GASOMETRO

Contrariamente a lo que por su nombre puede  parecer, un gasómetro no es un medidor de gas sino un depósito para el almacenamiento de un gas particularmente el denominado gas ciudad o gas de hulla. Estos elementos, a lo largo del siglo XIX y hasta la mitad del XX, formaron parte del paisaje urbano, o mejor dicho de su extrarradio, de todas las grandes capitales, así como de otras de menor tamaño pero que tenían una actividad industrial importante.

Gasómetro en Londres - Finchlay
Foto: Hilla Becher  
El gas ciudad se obtenía por destilación de un tipo de carbón, la hulla, la cual era calentada en hornos hasta temperaturas, dependiendo del tipo de horno, de hasta 1.100⁰C. Estaba formado por un 50% de hidrógeno , un 32% de metano, un 8% de monóxido de carbono y el resto por otros hidrocarburos, anhídrido carbónico y bencenos. Su primera utilización fue el alumbrado tanto público como privado, y posteriormente pasó a tener usos domésticos e industriales.

Parece ser que el primer alumbrado público con gas a modo de ensayo, se efectuó el 28 de enero de 1807 en Pall Mall, Londres y en 1812 el parlamento aprobó la creación de la London and Westminster Gas Light Company. Posteriormente las grandes ciudades fueron incorporando el gas a su sistema de alumbrado (París en 1817 y Berlín en 1823).

España, como siempre, se incorporó algo más tarde a este proceso y la primera iluminación pública tuvo lugar el 2 de Marzo de 1832 cuando Fernando VII mandó instalar más de 100 faroles entre el Palacio Real y el Teatro del Príncipe para festejar el nacimiento de su hija Luisa Fernanda.

Después de este alumbrado suntuario hubieron de pasar más de diez años para que en Agosto de 1842 Barcelona se encendiera el primer farol de prueba en la basílica de Santa María del Mar inaugurándose el servicio en otoño de ese año. En 1843 se constituyó la Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas y se construyó la fábrica en la Barceloneta.

Vista aérea de la Fábrica de Gas Madrid. 
A la derecha el Paseo de los Olmos y la Puerta de Toledo
Al fondo la iglesia de San Francisco el Grande.
 Posiblemente esté tomada desde el gasómetro.
Madrid tuvo que esperar hasta el 20 de febrero de 1846 en el que se creó la Sociedad Madrileña para el Alumbrado de Gas instalándose la fábrica en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento en la Ronda de Toledo cercanos a la Puerta de Toledo  en el año 1848. Las primeras calles que se iluminaron fueron la del Prado y la del Lobo (hoy Echegaray).

La fábrica de gas, conocida popularmente como “el gasómetro” ocupaba la manzana comprendida entre la Ronda de Toledo, los paseos de las Acacias y los Olmos y la calle del Gasómetro y contaba con varios hornos, almacenes para el carbón, varios gasómetros, fragua, así como las oficinas de la empresa. Fue derruida en 1967, junto con el célebre Campo del Gas donde se celebraban veladas de boxeo o lucha libre, edificándose unos bloques de viviendas en su solar. Como recuerdo solo ha quedado la chimenea y la antigua puerta de entrada todo ello situado en un jardín de tamaño muy reducido. 

Escultura del farolero
Foto:  F. Campayo
Ya hemos dicho que el primer uso que se le dio a  este gas fue el del alumbrado público. Como puede suponerse en aquella época no existía ningún tipo de automatismo y su encendido y apagado lo realizaban manualmente los faroleros. Eran trabajadores de la empresa del gas y llevaban puesto un guardapolvo de color gris y una gorra con el anagrama de la compañía. Portaban un palo o pértiga como de dos metros y medio de longitud en cuya punta superior había una cazoleta que contenía brasas de carbón. Cuando tenían que encender una farola primero abrían la llave de paso del gas con la ayuda del palo y después acercaban la brasa a la camisa del quemador con lo que este quedaba encendido. Yo los he visto trabajar a la caída de la tarde por la zona de Pacífico (Madrid) a comienzo de los años sesenta, encendiendo farola tras farola.

Madrid tiene una estatua dedicada a este personaje creada por el escultor Félix Hernando García. Antes estaba en la plaza del Carmen y ahora creo que la han llevado a la calle de Concepción Jerónima.

Publicidad de las cocinas de gas
Aparte de las aplicaciones industriales el otro uso habitual fue el doméstico que, poco a poco, fue popularizándose entre la población cuando se hicieron acometidas a los edificios de viviendas. Y eso a pesar del temor que inspiraba pues no solo era tóxico sino que además existía riesgo de explosión en el caso de que hubiera una fuga. No obstante ese recelo inicial, las ventajas de sustituir una cocina de carbón por otra de gas eran grandes, pues no solo se ganaba en limpieza sino en rapidez dado que con abrir la llave y acercar una cerilla la llama estaba lista para calentar cualquier cosa. Como cosa curiosa encima del portal de los edificios había una placa que decía “Gas en cada piso” lo que además de conferir un mayor caché al edificio servía de aviso para que los bomberos cortaran la entrada general de gas en caso de incendio.

Gasómetro telescópico
Para el almacenamiento de este gas existen varios tipos de gasómetros siendo el modelo típico de la revolución industrial, el de columnas o telescópico, que fue inventado en 1817 por el Ingeniero francés Philippe Gengembre, el cual se reconoce fácilmente por su estructura exterior de guiado, normalmente realizada en celosía, con uniones atirantadas por cables o vigas. El gas es almacenado bajo una campana construida en acero cuya posición en altura varía en función de la cantidad de gas almacenado. La presión del gas está dada por el peso de las campana superior dividida entre la superficie y se mantiene constante sea cual sea el volumen de gas almacenado.

La parte inferior del gasómetro está llena de agua la cual tiene dos misiones. Por un lado asegurar la estanqueidad inferior evitando fugas por el terreno y por otro llenar de agua el cierre entre secciones telescópicas.

Los grandes gasómetros llegaron a tener, en Europa, hasta cuatro secciones telescópicas y en USA ha habido algunos que han tenido seis niveles.

Un gasómetro es un bonito elemento digno de ser incluido dentro de una maqueta ferroviaria ambientada en las épocas I a III.  Por supuesto que habrá que complementar con una chimenea de ladrillo bastante alta y con algunos edificios industriales que simulen una fábrica de gas.

El gasómetro que he construido y que se muestra en la foto está en escala N (1/160) y tiene un diámetro de 130 mm y una altura de 160 mm, es decir que corresponde a unas dimensiones reales de 20,80 m de diámetro por 25,60 m de altura. Es gratuito y puede bajarse de la Web de 3K-Modellbau. Los PDF’s  contienen no solo el gasómetro sino también una pequeña fábrica de gas como la que se ve en la foto la cual aún no he tenido tiempo de montar. El diseño de este recortable está hecho con precisión germana y todas las piezas, incluso las curvas, encajan al milímetro.

Maqueta de gasómetro.   Foto:   PHM


Pequeña fábrica de gas
Foto:  3K Modellbau
Cabe destacar que las celosías que forman la estructura metálica de las columnas verticales están impresas sobre papel para transparencias, luego pegadas con papel adhesivo transparente y finalmente recortado el papel adhesivo sobrante siendo el resultado es muy bueno. Los tirantes y diagonales están hechos con hilo de color negro.

Los de 3K tienen a la venta una instalación minera y una gravera. La instalación minera es bastante grande y mide 100 x 60 x 47 cm y su precio es de 99,99€ cifra que aunque en un principio parece muy elevada no lo es tanto si se piensa que está compuesto por un total de 175 hojas ya impresas. El problema puede ser encontrarle sitio en una maqueta doméstica.

Mina  del Cerro Negro      Bibujo:  3K Modellbau

Y ya por último, para aquellos que no sean mañosos, carezcan de tiempo o estén sobrados de dinero, pueden comprar un gasómetro en kit de plástico a:
- PIKO (Artículo 6013) que tiene unas dimensiones de 111 x 111 x 116 mm y cuyo precio 41,25€ 
- Walthers (Articulo # 933-3819) con dimensiones de 162 x 162 x 162 mm y un precio de 45,98$
Los cuales no están nada mal aunque para mi gusto sea mejor el de Walthers.


1 comentario :

Mario Daniel Pirozzi dijo...

Agregaria a la lista un kit de la firma Tomitech a escala 1.150 y la mitad del gasometro de Grahan Farish -se puede usar como background o bien unir las dos mitades para montarlo entero. Faller produce tambien el modelo de Piko pero con detalles distintos sobre la misma matriz base.